La doctrina del shock: La brutal táctica de usar la desorientación del público después de un shock colectivo para empujar medias radicales y pro-corporativas.
Comunidades resilientes
Se dice que los mexicanos (y en general los latinoamericanos) somos muy unidos, que cooperamos y nos apoyamos cuando se necesita. Para prueba tenemos sucesos como el sismo del 2017 en la Ciudad de México, en donde la población nacional se movilizó de una manera nunca antes vista (y francamente conmovedora) para salvarnos, apoyarnos y salir adelante.
Ejemplos como este seguro no faltan.
Formamos parte de una comunidad bastante resiliente, es decir, tenemos capacidades que nos hacen muy buenos para afrontar la adversidad. Esto tendrá muchos motivos seguramente, cuestiones históricas y culturales muy profundas que podrían ser explicadas de maneras muy elegantes. De manera breve comparto las siguientes:
Familia y base religiosa: Somos comunidades con familias extensas y con bases cristianas (lo profeses o no, forma parte), en donde el sufrimiento provoca unión y solidaridad (si se sufre es porque Dios así lo quizo). No por nada la palabra “familia” es parte del discurso oficial.
Experiencias pasadas: Huracanes, sismos y guerras si nos vamos más detrás, tenemos historias bajo las cuales la idea del apoyo se refuerza constantemente.
Pobreza: Estés bajo la linea de pobreza o no, lo cierto es que somos un país pobre, si bien en un extremo esto puede terminar en violencia, dentro de otro se expresa como solidaridad y compañerismo. No hay un mañana si no estamos con más personas que nos ayuden a sobrellevar el día a día.
Todo esto está muy bien, y sin duda nos ayudará a sobrellevar esta y otras crisis.
La resiliencia nos ayuda a sobrevivir, pero no nos ayuda a responder a la realidad de manera crítica. Es decir, es una capacidad que es útil para no ahogarnos, pero no es necesariamente útil para cuestionar y demandar piscinas más seguras.
Y es esto es preocupante.
Respuestas creativas como forma de resistencia
Mientras estamos ocupados en resolver nuestros retos para sobrevivir está claro que muchas cosas cambiarán a nuestro alrededor, tenemos la oportunidad y el deber de asegurarnos que estos cambios sean trascendentes, justos e inclusivos.
Temo que como sociedad aislada y enfocada en el día a día carezcamos de la capacidad de formar parte importante de ello.
Se nos viene encima una “dictadura de la salud” bajo la cual muchas cosas podrán ser justificadas: vigilancia extrema, restricción de la libertad, entre muchas otras. Estas leyes y “nuevos normales” sucederán mientras gastamos todas nuestras energías colectivas en sobrevivir, no nos sobrará energía para imaginar, criticar, organizar, proponer y demandar un futuro en donde las personas sean primero (antes que el gobierno y las grandes corporaciones).
A menos de que todos hagamos algo al respecto.
Creo que es responsabilidad de la comunidad creativa el visualizar, compartir y democratizar nuevas ideas de futuro, de tal manera que facilitemos la organización comunal para desarrollarlas y hacer frente a aquello que sea contrario. De otra manera sobreviviremos, pero me temo que el mundo nos pertenecerá aún menos.
Cualquier esfuerzo que ayude a generar y mantener vínculos sociales de manera auténtica es heroico.
Cualquier esfuerzo que ayude a criticar el presente e imaginar un mejor futuro es heroico.
Cualquier esfuerzo que ayude a empatizar y ayudar a personas es necesidad es heroico.
Que la fuerza de la imaginar y participar en la construcción de mejores futuros nos acompañe.
mm.
Pd. Mañana (domingo 12 de abril) cumplo años. Me gustaría mucho si regalo me recomiendas un libro y me cuentas un poco sobre porqué crees que lo debería de leer : )