Las métricas
Dentro de los procesos de innovación generalmente se distinguen dos tipos de métricas: las de actividad y las de resultados.
Las métricas de actividad se enfocan en medir las actividades clave que hipotéticamente, de ser seguidas, resultan o apoyan la generación de resultados de innovación. Las métricas de resultados (también conocidas como “de impacto") se enfocan en medir las consecuencias que los proyectos de innovación tienen en una organización.
Por ejemplo, si quieres bajar de peso, una métrica de actividad podría ser la cantidad de veces que hiciste ejercicio en la semana, si efectivamente seguiste la dieta, etc. Mientras que la métrica de impacto sería efectivamente cuánto peso haz bajado al término de un periodo de tiempo.
Todo bien con esto, quizás en otro artículo puedo profundizar más respecto a este tipo de métricas, su uso, los errores comunes y las mejores prácticas dentro de organizaciones que quieren realizar esfuerzos de innovación. Por el momento me interesa distinguir algo que creo que no es solo útil en cuestiones de innovación, sino en la vida en general.
Ocuparte vs preocuparte
Muchas veces me sorprendo sintiéndome estresado o preocupado porque no estoy logrando algún objetivo personal o profesional. Algunas efectivamente me doy cuenta que no estoy haciendo lo necesario para lograrlo, es decir, no estoy haciendo las actividades que me llevarán a lograr el objetivo en cuestión. Es útil darse cuenta de esto porque entonces se pueden tomar decisiones, o se deja el objetivo de lado o mejor empiezo a realizar lo que se necesita para lograrlo, preocuparme o estresarme por algo que ni siquiera estoy haciendo resulta bastante desgastante y tonto.
Por el otro lado, hay veces que efectivamente me doy cuenta que estoy haciendo lo que necesito para lograr el objetivo. En este caso hay dos opciones, o estudio si esas actividades son las correctas y las modifico de ser necesario, o simplemente me tranquilizo sabiendo que algún día lograré el objetivo. Es decir, me dejo de preocupar por el futuro ocupándome en hace lo que tengo que hacer en el presente, aplicando una paciencia sana y tranquilizada.
Creo que en general muchas veces perdemos de vista este tipo de cosas, resultando en estrés, ansiedad o sobretrabajo. Estos pueden venir de no ocuparse o de la falta de reconocimiento de lo que se realiza diariamente. Yo soy de las personas que les cuesta reconocerse a sí mismos, tiendo a sobretrabajar porque me cuesta darme cuenta, estar satisfecho y saber cuándo ya he hecho lo suficiente. Trato de tenerlo presente y saber que sí realizo las actividades que organizo diariamente lograré los objetivos laborales que quiero realizar, recordando que no se trata de lograr el objetivo, sino de disfrutar los pasos diarios que se toman para lograrlo.
Y tú ¿te preocupas o te ocupas?
mm.
PD. Los amigos de mis amigos son mis amigos. Si quieres compartir esta suscripción con alguien querido para ti no dudes en hacerlo.